miércoles, 12 de mayo de 2010

Frédéric Chopin

 "No puedo diferenciar las lagrimas de la música" Quien no comprende esto instantáneamente, no ha vivido nunca en la intimidad de la música. Toda verdadera música procede del llanto, puesto que ha nacido de la nostalgia del paraíso. Ciorán


Biografía

(Fryderyk Franciszek Chopin; Zelazowa Wola, actual Polonia, 1810-París, 1849) Compositor y pianista polaco. Si el piano es el instrumento romántico por excelencia se debe en gran parte a la aportación de Frédéric Chopin: en el extremo opuesto del pianismo orquestal de su contemporáneo Liszt –representante de la faceta más extrovertida y apasionada, casi exhibicionista, del Romanticismo–, el compositor polaco exploró un estilo intrínsecamente poético, de un lirismo tan refinado como sutil, que aún no ha sido igualado. Pocos son los músicos que, a través de la exploración de los recursos tímbricos y dinámicos del piano, han hecho «cantar» al instrumento con la maestría con qué él lo hizo. Y es que el canto constituía precisamente la base, la esencia, de su estilo como intérprete y como compositor.


Hijo de un maestro francés emigrado a Polonia, Chopin fue un niño prodigio que desde los seis años empezó a frecuentar los grandes salones de la aristocracia y la burguesía polacas, donde suscitó el asombro de los asistentes gracias a su sorprendente talento. De esa época datan también sus primeras incursiones en la composición.



Wojciech Zywny fue su primer maestro, al que siguió Jozef Elsner, director de la Escuela de Música de Varsovia. Sus valiosas enseñanzas proporcionaron una sólida base teórica y técnica al talento del muchacho, quien desde 1829 emprendió su carrera profesional como solista con una serie de conciertos en Viena.


El fracaso de la revolución polaca de 1830 contra el poder ruso provocó su exilio en Francia, donde muy pronto se dio a conocer como pianista y compositor, hasta convertirse en el favorito de los grandes salones parisinos. En ellos conoció a algunos de los mejores compositores de su tiempo, como Berlioz, Rossini, Cherubini y Bellini, y también, en 1836, a la que había de ser uno de los grandes amores de su vida, la escritora George Sand.


Por su índole novelesco y lo incompatible de los caracteres de uno y otro, su relación se ha prestado a infinidad de interpretaciones. Se separaron en 1847. Para entonces Chopin se hallaba gravemente afectado por la tuberculosis que apenas dos años más tarde lo llevaría a la tumba. En 1848 realizó aún una última gira de conciertos por Inglaterra y Escocia, que se saldó con un extraordinario éxito.

Fuente: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/chopin.htm

Travesía eterna

Lóbregas, álgidas y siniestras, el aura densa, la serpiente a la espera
cristos grabados en el alma, la sangre destilada, la anémica esperanza.

Era esa línea el desliz, su sabor amargo… ah! tan diligente, tan impasible!!!

Cual errantes con la suela desgastada, llevosen eternamente la cruz ensangrentada
entre plácidos y fúnebres se disuelven, el gusano consumiéndose en la nada.

Las vetustas huellas del recuerdo, arrojadas al forunculoso mar de tus infiernos.
el reloj va demorando campanadas, finito recorrido del segundero existencial
caminante de la travesía eterna, con los perros te irás a aullar.

En los vientos airados y gélidos, indiviso es el candor de éstas almas
cual fuera abúlico montículo, caterva del respiro anodino
ora el andar matutino!, ora las peripecias!, ora esta anatema!.

Espesa y accidentada selva, de matiz insulsa, sois tan gris como tu cielo
gris como los habitantes de este averno. Lima… gris es tu color.

Silenciosas éstas hiedras del suplicio
Paso a paso, martillo a martillo.

Reflexiones

Este viento impetuoso que borra siempre las huellas marcadas sobre la arena. Pasado, será pasado… mire los rostros jocundos de mis seres queridos de siempre, porque ellos si son de siempre, me sentía bien… pensé… cierra ese libro Fabi, termina tu historia…